mis brazos están detenidos en el aire,
y solo mi corazón roza mis ojos cada vez que se emosiona....
¿dejaré de crecer?
¿me detendré en esta travesía si el poder de mi fe me asesina?
¿quedará algo para después?.....cuando el placer me deje ciego,
quemante....
detenido en esta ciudad inundada de criaturas inseguras.....
y si yo también me dejo caer...¿por qué me quedan palabras incendiadas?
....¿es por la neblina de mi dormida alma?.....¿liberada?
Sigo detenido y te das cuenta...
Sigo inmóvil en esta segura aventura dependiente de mi mismo,
y si ya las cornizas se desprendieron,
¿es porque la caida es desigual?, ¿inhumana?
Melancólica....
Deja que la serpiente te ahogue,
Y que sus fauces dejen marcas en tu piel, en tu cuello....
Suelta la certeza...el disimulo,
que la templanza te embriague y siga palpitando tu corazón,
llevando tu crueldad hacia los sentimientos...
Fuertes como mis gritos,
como mis golpes de astucia, de clamor....de fe.
Música de fuego, quemante hasta las cenizas,
¡toca mi esencia hasta que nada quede.....!
hasta que la historia se encargue de reconstruirla,
desordenada como el amor,
...como la armonía de la constancia.
Caricias deseadas por mi interior,
me confunden en mi necesidad,
me dejan expuesto a la distancia,
a las culpas...
dispuesto,
eterno.....
